Por Francisco Rivera Cruz
En el terreno de las profesiones, los nativos de Lázaro Cárdenas se han enfocado a todo, incluso en el ámbito del muralismo, donde Gabriel López Solís, abrió brecha y sus creaciones alcanzaron tal aceptación que la trasnacional APM Terminals, le ofreció la oportunidad de que su trabajo viajara por el mundo.
Para mala suerte del sector artístico, el originario de El Habillal, dejó de existir el pasado sábado, víctima de un paro cardiaco, lo cual frenó sus proyectos de creación, que eran más de encargo por particulares que por alguna dependencia oficial o de gobierno.
El nativo de la tenencia de El Habillal, que firmaba como Gabriel Solís, dejó trabajos inconclusos, aunque su talento puede ser admirado en El Mirador restaurante bar; en el restaurante Blue Parrot del Hotel Casablanca, el salón de eventos Marrakech y sobre todo, con particulares, como el doctor Gustavo Ceja Pérez.
Precisamente, fue en la clínica del médico Ceja, donde ocurrió la última charla con el pintor y quien esto escribe, habiendo acordado una entrevista para este mes de mayo, la que ya no permitió el destino. Ahí hacía algunos ajustes y retocaba murales.
Mi primer contacto con el artista fue a mediados de noviembre de 2019, cuando para celebrar el primer millón de TEUs manejado por APM Terminals Lázaro Cárdenas, el muralista pasó sus pinceles por un contenedor conmemorativo, que se exhibió en el Malecón de la Cultura y las Artes, antes de viajar por el mundo. Ofreció muy contento una interesante entrevista,
La develación del contenedor conmemorativo realizado por Gabriel López Solís, ocurrió por José Rueda Salinas, Director General de APM Terminals México, y Raúl Antonio Correa Arenas, Director de la entonces Administración Portuaria Integral, hoy Asipona.
En ceremonia rápida, el pintor fue sepultado ayer domingo, tras un acompañamiento en el domicilio de su madre, en la colonia Campamento Minero, de La Mira. Descanse en paz, Gabriel Solís.
