Por Francisco Rivera Cruz
Gastón Rodríguez, cineasta de esta ciudad de Lázaro Cárdenas radicado en Francia, invita a los jóvenes a trabajar sus sueños con los medios que tengan, partiendo del exhorto que les hiciera uno de sus profesores “haz la película con los medios que tengas; ve hasta el final”.
En una breve y amena charla en este puerto al que regresó a casi 10 años de ausencia para saludar a sus padres y hermano, al compartir que al pasar por la secundaria Jaime Torres Bodet, en la que estudió, vio a los chicos uniformados corriendo y lo invadió un sentimiento agradable porque en esa edad soñaba hacer cine.
Ojala también tengan sueños y los logren, vayan por las oportunidades, que hay que buscarlas, y en mi caso creo que toqué las puertas adecuadas, razona, mientras desea que los chicos estudiantes de esta su ciudad natal conviertan sus sueños en realidad.
Tienen esforzarse para lograr sus causas, trabajar y no dejar de ser ambiciosos en sus sueños, sostiene.
De una coproducción entre España, Francia y México resultó “Sin pecado concebida”, su primer largometraje que lo trajo a hace tres años al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), como hoy ocurre con Diplodocus, que se presentó el domingo anterior.
Explica que un accidente que no se ve explícitamente en el cortometraje de 75 minutos, sino que se va deduciendo, hace que poco a poco el espectador se vaya identificando con los cuatro personajes que enfrentan el accidente.
Comenta Gastón que el cine le ha dado la oportunidad de plasmar sus sentimientos y conocimientos de México, y llevarlos a la pantalla hoy en Francia, donde radica desde hace casi 10 años.
Al referir que el domingo en Morelia Diplodocus tuvo una aceptación y buena respuesta no obstante ser presentado en francés, invitó a la segunda proyección a gran escala, que tendrá lugar este jueves en Emperador Caltzontzin, a las 6 de la tarde.
El FICM es la puerta del cortometraje y seguirá en otros festivales en la idea de acceder a una distribución más fluida y libre, anotó. No descarta la oportunidad de postularse para el Festival Internacional de Cine del Balsas de diciembre de este año.
Por lo pronto, esta segunda propuesta ya superó a Sin pecado concebida, a la que le faltó infraestructura que reventara los estereotipos, Diplodocus es totalmente diferente; más sólida, describe.
Señala que cuando tuvo oportunidad de ir a Europa, a España en concreto, desarrolló su pasión por el séptimo arte, “lo que viví lo plasmé, experimentado miedos, emociones, decepciones y otros que dan paso a una segunda película que transcurre en una línea temporal ficticia de un día.
Lograr que cada personaje mantenga un ritmo de emociones durante las 4 semanas de rodaje fue el reto, fuera de los contratiempos climáticos, “porque un día llovía, al otro ya no; un día hacía vientos y se podía ver por ejemplo a las 12 del día, que se levantaba un personaje y se lava los dientes, en la ventana es un día nublado, luego sale y es un día soleado, tuvimos esos contrastantes.
Sin embargo, cada personaje trasmite duelo, dolor, sentimientos que durante las 4 semanas se puedan mantener y reflejar en un día de ficción y que el espectador diga “estoy con ellos”.
Rodríguez esperará los resultados de FICM y el lunes se pone de regreso a Europa.
Cabe indicar que en el FCIM que terminará el domingo próximo tras 10 días de proyecciones, incluye además del largometraje de Gastón, en la selección Michoacán al corto Aire del también cineasta porteño, Guillermo Aranda.