Abandonados a su suerte 80 pacientes de hemodiálisis por parte del IMSS de Lázaro Cárdenas, denuncian

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Pacientes de hemodiálisis que acuden semanalmente a sus terapias a la clínica Zamora de esta ciudad, denunciaron el grave riesgo que tienen de ser infectados de COVID-19, porque ahí no existen las condiciones necesarias para evitar un contagio. El IMSS al subrogar el servicio los ha abandonado a su suerte, dijeron.

Por Rafael Rivera Millán

En medio de la emergencia sanitaria que estamos viviendo, y sobre todo al entrar a la Fase 3 del COVID-19, alrededor de 80 pacientes con problemas renales y que son derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en este lugar, denunciaron que el instituto los está haciendo a un lado, no obstante que es uno de los grupos muy vulnerables a ser atacados por la pandemia.

José Luis Vergara Rodríguez, uno de los pacientes de hemodiálisis que siempre ha dado la cara por sus compañeros, sin asumirse como líder, aunque luego autoridades del IMSS lo catalogan como alguien que les busca problemas, en entrevista telefónica con el Noticiero de este diario, señaló que hasta el momento las autoridades de la Delegación Estatal del IMSS lo han bloqueado, no lo han querido recibir para exponerles de viva voz lo que están padeciendo sus compañeros y él.

Comentó que en lo personal no tiene nada en contra de la clínica Zamora de esta ciudad, donde el IMSS tiene subrogados los servicios de hemodiálisis “a donde nos pasaron como si fuéramos una mercancía y no personas”, porque ellos apuntó, querían seguir recibiendo el tratamiento médico en la clínica Hemos LC que está ubicada en el interior del edificio de la Clínica Santa Clara.

Su informidad dijo, estriba en que en la clínica Zamora, estando en condiciones normales no se tienen todos los instrumentales médicos necesarios para atender a este tipo de pacientes, mucho menos ahora con la emergencia sanitaria que estamos viviendo, donde permiten sin ningún protocolo que los pacientes se amontonen en la sala, junto con sus familiares, para recibir su terapia, sin guardar la sana distancia.

“Estamos ante un grave peligro, ya de por sí muchos de nuestros compañeros se nos han ido (muerto), y no queremos ni imaginarnos qué pasaría si alguno de nosotros se llega a contagiar del COVID-19 y la enfermedad también se la pasan a sus familiares.

Además dijo que los médicos y enfermeras de la clínica Zamora están temerosos también porque no tienen el material necesario para protegerse de contagiarse o de contagiar ellos mismos a los pacientes,  pero no lo denuncian por temor a perder la chamba, pero lo que es más grave aún es que en esa clínica, se ha llegado a contratar a gente no especializada en hemodiálisis y eso es muy grave, por todas las consecuencias que puede traer el mal manejo de un paciente de este tipo.

Los pacientes con insuficiencia renal, expresó, han buscado acercamientos con la delegación federal del IMSS para tratar algunos temas de riesgo para ellos, incluso por el mismo Covid-19, sin embargo, de estas reuniones les han dado largas desde el mes de diciembre del año pasado y nunca han podido entablar un dialogo.

Hizo énfasis en que el IMSS pone como excusa estar metido al 100 por ciento en el tema de la contingencia de Civid-19 y no tener tiempo para entablar mesas de diálogo de problemáticas ajenas al coronavirus, incluso pese a que los reclamos van por ese lado.

“Lo peor del caso, es que si algún paciente con problema renal se infecta, este contagiaría al resto de sus compañeros de turno, lo cual se nos hace una irresponsabilidad del IMSS permitir eso”, insistió.

Dijo que ante lo reclamos de mejorar la atención en las sesiones de hemodiálisis, el IMSS amenazó a los pacientes con regresar las sesiones a Morelia y Uruapan, esto a pesar de saber que los constantes viajes que hacían, terminaron con la vida de muchas personas con problemas renales, ya que un día se le destinaba al viaje y otro día completo a gestionar el boleto de autobús, y así sucesivamente, perdiendo toda vida social y productiva para estar atados en tramites todos los días ante el IMSS.

“Solo por pedir mejorías en nuestra atención, el IMSS nos amenaza con retirarnos el derecho de atendernos en nuestra ciudad; antes nos atendíamos en dos clínicas, ahora solo es en una que supuestamente ganó la licitación para nuestra atención, y aunque no queríamos a raíz de las quejas que tiene dicha clínica, aceptamos bajo la condición de que el IMSS monitorearía nuestra atención, cosa que nunca ocurrió, nos olvidaron y nos están dejando a nuestra suerte, es decir, solo a esperar nuestra muerte, tal como pasó el año pasado cuando murieron varios de nuestros compañeros”, finalizó.