Teme Atlac que Covid-19 deje difícil economía que desate violencia y robos

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La emergencia sanitaria y la indicación de quedarse en casa, no ha frenado a la delincuencia que sigue asaltando y robando a camiones de carga en la Autopista Siglo XXI y otras carreteras de la entidad y país, denunció la ATLAC y l CONATRAM.

Por Francisco Rivera Cruz

Para no llegar a los desabastos en las grandes ciudades, hacia éstas se mueven mercancías que todavía representa labores para el 20% de los autotransportistas, dijo Abelardo Lozano Herrera, Delegado de Conatram en Michoacán, quien dijo que guardan temores de que se desate violencia tras la pandemia del Covid-19.

“Nuestra situación es muy compleja y difícil a falta de carga, a pesar que no está totalmente parado nuestro sector, ha bajado un 70 u 80 por ciento de carga habitual”, expresó el también presidente de la Asociación de Transportistas de Lázaro Cárdenas (Atlac).

Detalló que hay mucha gente que depende de transporte, que está prácticamente en descanso y los viajes que salen algunos operadores se los están rolando.

Sin embargo, al término de esta crisis sanitaria, “la cosa no va a ser muy fácil”, porque gradualmente se ira recuperando, y en consecuencia vendría oleada de robos a casa habitación, que no se tiene ahora porque mayoría está resguardado en casa.

El problema sería cuando empiece a moverse la gente a sus actividades laborales o de escuela, entonces empezará “por necesidad o lo que quieras” incidiendo en el robo a casa.

Comentó el transportista que la reducción de tráfico lamentablemente deja más violencia para su sector y puede ser ejemplo lo vivido la semana pasada cuando se dieron muchos actos violentos en Tierra Caliente con quema de autos y bloqueos carreteros.

Entrevistado en su oficina, dijo que las unidades salen a carretera con operadores con mucho temor, no sólo que roben una unidad sino la quemen, agredan a un operador y haya otros factores de violencia cada vez con más frecuencia.

Narró que para el autotransporte ha habido conatos de violencia en las regiones de Uruapan a Taretan, en Morelia y Zinapécuaro, con registro de robo de la unidad y se llevan al operador uno o dos días que despierta incertidumbre en su familia que en su preocupación “están sobre uno como patrón”.

Anotó que un robo es una cadena de pérdidas: al cliente le roban su mercancía, al transportista el automotor, a la familia del operador su tranquilidad y el patrón empieza lucha con las aseguradoras, que buscan el mínimo error para alargar el pago o no hacerlo.

Dio cuenta que la noche previa, la del lunes, tuvieron el hurto de una unidad en Atlacomulco, cargada con un contenedor de 40 pies, y como saben que toda unidad trae GPS o localizador satelital, desengancharon el contenedor, abandonaron el tractor y el contenedor lo pusieron en otra unidad, en una operación hábil y rápida.

En un robo varías las pérdidas, porque las mercancías tienen diversos valores, mientras que en lo que toca a las unidades automotrices, se pierden 2.5mdp por motor y 800 mil por equipo de arrastre, calculó.

Lozano Herrera, indicó finalmente que el presente año transcurre sin pérdidas humanas, pero el 2019 sí hubo, cuando ultimaron a un custodio que resguardaba la carga.