PANDEMIA HA PUESTO EN RIESGO 1,500 EMPLEOS AL PERMANECER CERRADOS SALONES DE EVENTOS

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Para dar a conocer la situación por la que están atravesando los dueños y más de 1,500 familias que dependen de los salones de fiestas, se realizó ayer una marcha pacífica por la ciudad, que concluyó frente a la presidencia municipal.

* Marchan y se plantan exigiendo apertura de salones de eventos.

Por Francisco Rivera Cruz

Al señalar que “el gobierno de la esperanza en meses pasó a ser gobierno de la miseria” porque no sabe ser empático y le interesan más sus propios ingresos a través de multas y sanciones, que el bienestar de los gobernados, señalaron organizadores de eventos al llegar marchando a la alcaldía.

Esto después de sostener una conferencia en la que dijeron no buscar apoyos porque son para los amigos o seguidores, sino que les den oportunidades de generar sus propios recursos, con la apertura de salones de eventos y realización de actividades sociales.

De seguir con limitaciones, aseguraron que llegarán a la quiebra, y entonces dejará de tener ingresos futuros el Ayuntamiento al no extender licencias y permisos, lo que no les permite ver su actual miopía, que no existe para clausuras y sanciones.

Nuestro enojo es porque al cerrarnos a nosotros las lleves están promoviendo el clandestinaje, en donde se elevan los riesgos a la salud y la vida, expusieron.

El gobierno, dijeron, los discrimina al ponerles la etiqueta de no esenciales, a pesar de que generan un número indefinido de empleos directos e indirectos, que dinamiza la economía local y regional.

Afirmaron que no pueden esperar más y demandaron de la autoridad municipal luz verde a sus actividades, que involucran a mil 500 familias, un promedio de 30 directos en cada evento.

Han padecido pérdidas millonarias “no calculadas a fondo”, pero que no les importan sino empezar de nuevo luego de 8 meses cerrados, en los que algunos afectados por deudas y no ingresos han cerrado, cambiado de giro y rematado sus inmuebles.

Aseguraron que a pesar de aplicar todos los protocolos sanitarios, no tienen las facilidades que otras actividades económicas en esta ciudad.

Insistieron que son relegados por estar desarrollando actividades catalogadas como no esenciales, “pero que les pregunten a nuestras familias y a los muchos que se benefician de eventos sociales si no somos esenciales, especialmente a estudiantes que necesitan costearse sus estudios en trabajo de unas horas o de fin de semana”.

Urgieron a una respuesta pronta dado que de otra forma se les irá la temporada alta en puerta, en la que por restricciones no pueden hacer contratos.

Contradictoriamente, no se nos permiten reuniones masivas para evitar contagios de Covid-19, pero las fiestas no han parado y ocurren en el clandestinaje en algunos puntos de playa, donde ni sanitarios hay, y sí condiciones que elevan riesgos, por estar exentas de las medidas que a ellos les exigen en eventos muy menores.

El grupo estuvo conformado por dueños de salones, planeadores de eventos, sonideros, pasteleros y quienes sirven banquetes, que a su vez dijeron que al menos 20 campos más se involucran en una boda o evento, como los responsables de fotografía, video, meseros, maquillaje, peinado, arreglos florales, renta de trajes, transporte y otros.

El grupo, tras conferencia de prensa marchó a la alcaldía con la exigencia de que los dejen trabajar para salir de sus deudas y etapa de no ingresos, como ya ocurre en otras ciudades y aquí mismo con otras actividades.