Hoy le voy a contar una plática que tuve el día de ayer con un amigo, me pareció muy interesante y me hizo reflexionar en que la mayoría de los políticos y de los que nos juntamos con los políticos, estamos muy errados en cuanto a lo que realmente piensa y quiere el noble y justo pueblo, sin decir nombres pero ya sabe aste a quienes me refiero, piensan que con tener a sus familiares y amigos cercanos en puestos de primer nivel ya tienen la vida resuelta y un pase para seguir siendo empleados del pueblo, mi amigo no es político pero sabe muchas cosas y me comentaba que él en lo personal no vota por funcionarios que tienen a sus familiares en la nómina del gobierno, eso es un abuso y una deslealtad a la confianza de quienes votaron por ellos, pasa que dice el que conoce gente que siempre se anda quejando de que trabajó en alguna campaña con la esperanza de que lo metieran a trabajar y lo primero que hacen los candidatos cuando llegan al poder es esconderse y no responder las llamadas de quienes los apoyaron, y a los primeros que meten son a sus familiares, y mencionó a varios esposos, hermanos y cuñados de funcionarios públicos que están cobrando un buen salario, tiene razón mi amigo pero eso ya lo sabemos y la neta patrón es que si el voto fuera razonado otra cosa sería, que bueno que aste y yo no somos parte de ningún gobierno porque si no ya anduviéramos de revoltosos y viendo quién es quién en la política para acercarnos y luego retirarnos, como es la costumbre de muchos, en todos lados se cuecen habas y en todos lados se dan decepciones, pero las cosas de política ansina son. Y cambiando el tema, siguen los políticos escondidos, pareciera que solo el síndico municipal y la diputada Julieta fueran los únicos aspirantes, el síndico anda recio en las colonias enseñando a la gente a inflar globos y la diputada Julieta no se pierde ningún evento para salir en la foto, esta dupla, aunque ahora estén distanciados, podría ser la nueva fórmula para encabezar la planilla del próximo ayuntamiento, obvio si los demás suspirantes siguen durmiendo en sus laureles. Hasta la próxima.
