* En entrevista colectiva, primero sobre el tema de la violencia contra la mujer y luego sobre los conflictos bélicos, Frank Limpens, de nacionalidad Belga, externó esa opinión.
Por Rafael Rivera Millán
En un mundo civilizado como el de la actualidad, es triste ver lo bajo que se ha caído y permitir que por el negocio de las armas, se esté permitiendo que se mate a gente vulnerable como en la franja de Gaza, señaló aquí en entrevista colectiva, el Doctor en Derechos Humanos y Desarrollo, el Belga, Frank Limpens, quien por cierto está casado con una mexicana, al pedirle su opinión sobre el actual conflicto bélico en Israel.
Afirmó que era increíble que todas las naciones del mundo estén solapando lo de Gaza, donde millones de personas con hambre estén muriendo, donde de por sí, viven 80 años en campamentos, y que ahorita les estén destruyendo sus casas con bombardeos.
“No es posible que el mundo civilizado no haga más que decir, es que porque tal persona es un criminal de guerra y por eso se esté aniquilando a gente inocente. Es triste que el mundo civilizado esté cerrando los ojos y los países más poderosos estén promoviendo eso, solo por el gran negocio que es producir y vender armas para matar a gente. Que bajo hemos caído como civilización”, remarcó.
Entrevistado en la Casas Club de ArcelorMittal, en donde a invitación de Mujeres de Acero acudió a dar un taller, que incluyeron juegos y otras actividades para hacer conciencia de cómo se debe evitar la violencia contra la mujer, como parte de la cultura de paz y derechos humanos que promueve en diversas partes del mundo, habló también de la preocupación que existe por lo que pueda pasar con los derechos humanos a nivel internacional, una vez que Donald Trump asuma el poder en enero del año próximo en los Estados Unidos de Norteamérica.
Dijo que desde ahora vislumbraba que a partir de enero próximo habrá una baja de golpe en el respeto a los derechos humanos, que va a haber un retroceso en la materia, en el inicio del mandato del presidente del país más poderoso del mundo.
Indicó que actualmente hay millones de personas huyendo de sus países por la inseguridad o por hambre o falta de oportunidad para su familia, además de las situaciones de peligro que hay por el cambio climática y otras cosas más.
Pero lo preocupante insistió, es lo que está por venir, y sobre todo porque ya la gente se ha vuelto insensible en detrimento de los migrantes, porque ahora vemos tantas y tas caravanas que pasan, que ya no nos preocupamos y solo los dejamos pasar.
Nos hemos acostumbrado añadió, por desgracia, a ver esos atropellos como normal, nos hemos insensibilizado, ya no sentimos lo mismo, hay menos preocupación por la violencia de los derechos humanos, recalcó el catedrático.
Ojalá y que no haya más crisis como lo que pasó en Europa con los ecologistas, que se alegraron de que una planta nuclear haya estallado, en lugar de preocuparse por lo que pasó.
En la actualidad, en muchas partes del mundo y en México dijo, no es la excepción, hay impotencia de no poder hacer más para que no se sigan violando los derechos humanos, por lo que expresó su deseo y sentir, de que haya más empoderamiento de toda la gente, para ser parte de la solución y no cerrar los ojos. “Es trabajo de educación y no cerrar los ojos”, concluyó.
