Patrón, como bien lo dice el amigo Paquito Rivera, sí da envidia y de la buena, que en Morelia una tercera parte de los más de tres mil millones de pesos que ese municipio tiene como presupuesto, este 2024 se hayan invertido 1,200 millones de pesos en obra pública, “sin recibir ni un solo centavo del gobierno del estado”, como lo afirmó el alcalde Alfonso Martínez Alcázar, mientras que en este ranchototote, entre el 80 y el 85 por ciento de los 1,300 millones de presupuesto municipal se gastan en salarios y demás prestaciones laborales, y en donde jamás se ha explicado bien a quien van destinados varios millones de pesos en “ayuda social”, caray, cuanta diferencia hay entre el municipio de la capital y el de este rancho con puerto de primer mundo. Y no es que estemos descubriendo el hilo negro, ya que esto del barril sin fondo que es el, creo capítulo 1,000 del presupuesto municipal de Lázaro Cárdenas, no es de este año ni de las dos administraciones morenistas que anteceden a esta tercera del mismo color, sino de varias más atrás, donde por cierto, gran parte de ese presupuesto se lo “come” el sindicato de trabajadores y los elevados sueldos de los que integran el cabildo principalmente, como son en este caso, el alcalde, síndica y los 12 regidores, que tienen salarios superiores a los cien mil pesos. Sobre todo, contraviniendo el dicho presidencial, de que nadie puede ganar más que el Presidente (o Presidenta) de la República. Y como nunca ha habido transparencia en ese rubro, pero es sabido de que el alcalde en turno de este ranchototote, debe andar ganando poco más de 130 mil pesos. ¿Sabrá esto la Presidenta Sheinbaum? Y pos así no hay presupuesto para hacer obras, y los que vivimos aquí tenemos que acostumbrarnos a algunas de “ocurrencia” o a esperar a que los gobiernos estatal y federal hagan algo, aunque en los últimos años eso no ha sucedido. Como aluego dicen, hemos estado olvidados de Dios y del Diablo. Hasta la próxima.