Por Rafael Rivera Millán
Por la mañana de ayer miércoles, unos 30 empresarios de la construcción y prestadores de servicios del ramo, se manifestaron durante unas tres horas en el acceso principal de la llamada puerta 3 de ArcelorMittal, para dar a conocer su informidad porque desde principios de año, la empresa Consorcio Total, que tuvo a su cargo la reparación del Alto Horno Eréndira, no les ha pagado el servicio que le brindaron, y que a la fecha representa una suma global de unos 30 millones de pesos.
Señaló que es muy grave lo que estaba pasando, ya que varias de esas pequeñas empresas constructoras o prestadoras de servicios, a quienes en algunos de los casos les adeudaban hasta tres millones de pesos, pues ya estaban en la quiebra.
Esto es muy perjudicial para la estabilidad laboral de la región, ya que la falta de pago por un servicio prestado, y de que se ponga de pretexto que Mittal no le paga y que por eso Consorcio Total tampoco puede cubrir lo que debe a los prestadores de servicios, está poniendo en riesgo unos 300 empleos directos.
A eso de las diez de la mañana, luego de tres horas de estar manifestando su inconformidad en el acceso de la puerta 3 de ArcelorMittal, los prestadores de servicios levantaron su movimiento, para acudir a una reunión con Claudia Flores, hija del dueño de Consorcio Total, para iniciar una mesa de negociaciones para encontrr una solución al conflicto.
Así, luego de reunirse con Claudia Flores, se planteó el esquema de que el fondo o fianza de garantía que ArcelorMittal, se aseguró, tiene retenido a esa contratista, sea destinado para que la acerera les pague la totalidad o una parte, si dicho fondo no alcanza, de lo que les adeuda a los prestadores de servicios. Solo falta que se concrete una cita con el ingeniero Martín Alanís, director de Operaciones de la acerera, para conciliar cifra, dijo José Ángel Villarino Parra.
