Por Francisco Rivera Cruz
A raíz que se ha retirado la duna o arenal de la zona marítima federal frente al Parque Ecoturístico Amalia Solórzano, que se construye en Playa Jardín, se está condenando a la desaparición o por lo menos a un drástico bajón de resultados al campamento de protección a la tortuga marina Perla del Pacífico.
Así lo denunció Pánfila Beltrán Arreola, que dirige dicha unidad de preservación, que protege un promedio de mil 600 nidos de las tres especies que arriban a estas playas, especialmente de la tortuga golfina. Precisó que del arenal que desaparece, se reunían 800 nidos para ponerse a protección.
Si bien el campamento en mención es uno con mayor área para proteger al quelonio marino, unos 10 kilómetros, desde la escollera de ArcelorMittal hasta la barra de Santa Ana, la parte más productiva fue hasta el pasado ciclo de arribazón de tortuga, el kilómetro 3.5 al 5, frente al parque que se construye.
La dirigente del campamento dijo que el construir un muro de contención y hacer pilotaje con concreto hidráulico en área marítima para protección del mencionado parque, les inquieta porque las autoridades ambientales sistemáticamente han negado ese tipo de obras, que ocasiona afectación a los lugares aledaños inmediatos por reorientar las corrientes marinas.
“La interrogante es si se cuenta con permiso de impacto ambiental porque hasta donde se sabe ese tipo de anclaje no se permite”, declaró a este medio de comunicación.
Detalló que en un recorrido por el área citada, se observó retiro de la duna, el arenal donde la tortuga anidaba, y que se hizo una rampa de concreto hidráulico, para la cual supuestamente no hay permiso de construcción.
Beltrán Arreola dijo que la inquietud crece cuando como encargados de la conservación de la tortuga marina no se les ha notificado una obra de esa magnitud, y al parecer las autoridades, en caso de haber autorizado, pasaron por alto el impacto ambiental que desde ya se empezará a ocasionar.
La denuncia, agregó, es a las autoridades que compete cambio de uso de suelo, a partir de que a través del tiempo, el muro de contención que se construyó cambiará el sentido de las corrientes marinas, para desaparecer enramadas adjuntas al meter agua hacia ellas.
Solicitó públicamente información a Profepa y Semarnat, sobre si ya se permite construir muros, para ir haciendo esfuerzos y ahorrar para levantar el que les permita resguardar su patrimonio y verse afectados en menor medida con fenómenos como mar de fondo.
Concluyó Pánfila Beltrán señalando que se pone en peligro al campamento, y de hecho se verá afectado en un 50% de la recolección en el próximo periodo de protección, que inicia en un mes.
