Por Francisco Rivera Cruz
No importaron las condiciones de discapacidad de los niños y jóvenes, tampoco la lluvia, ni el violentado derecho a recibir educación; se impusieron los intereses sindicales y de grupo en el Centro de Atención Múltiple Laboral José Vasconcelos, de esta ciudad. Siguió cerrado a una parte de alumnos, maestros y padres.
Ayer lunes, en el primer día de clases, maestros del grupo llamado Poder de Base, desacató el acuerdo que en julio pasado sostuvo con la subdirección de Educación Especial y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pues no permitieron que sus compañeros ingresaran al plantel, localizado sobre avenida Tulipanes, en las inmediaciones de la CMIC.
Con la negativa de quienes no honraron lo acordado, poco más de 20 alumnos del CAM Laboral de Atención Especial, no pudieron ser inscritos y retornar a las aulas, situación de la que nuevamente tomó nota la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, a través de su representante en la región Lázaro Cárdenas, Leopoldo Jonathan Ramírez.
Padres de familia entre ellos Luciano Silva y Magdalena Pérez, lamentaron la cerrazón del grupo Poder de Base de la sección XVIII de la CNTE, que impidió la entrada.
Si la Secretaría de Educación, perteneciente al gobierno estatal, a través de la Subsecretaría de Educación Especial, y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos no son escuchadas por los maestros para los que vale más sus políticas, quién sabe qué poder los haga recapacitar en el daño que hacen, dijo la señora Magdalena.
Estamos viendo vulnerado el derecho de nuestros hijos a la educación y que les están negando su estudio y su escuela, imponiendo intereses políticos y personales, “desgraciadamente nos estamos viendo indefensos”, exclamaron.
El grupo, esperó –a ratos bajo la lluvia– por poco más de hora y media, que quienes los obstruían cambiaran de parecer, aguardando afuera del inmueble, no se les permitió ingresar pese a la presencia del visitador regional de la Comisión Estatal Derechos Humanos.
Como este medio informó en su oportunidad, las partes en conflicto suscribieron acuerdo en julio anterior, en la sede local de la CEDH, que entraría en vigencia el primer día del nuevo ciclo escolar, para poner fin a un año de confrontaciones y destierro de una parte de los alumnos. La historia sigue siendo la misma.
