* El organismo advierte que hay una emergencia sanitaria y ambiental.
Por Francisco Rivera Cruz
De 30 infiernos ambientales en México, Michoacán tiene dos y uno de ellos es la región de Lázaro Cárdenas, de acuerdo a clasificación y levantamiento de datos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt), que advierte emergencia sanitaria y ambiental, que viene “de la época del neoliberalismo”.
Anotan los investigadores del Conahcyt que la vida humana en estos inviernos industriales está bajo índices alarmantes de muerte, cánceres, tumoraciones, casos de insuficiencia renal y abortos espontáneos, ante lo cual recomienda atención inmediata.
Los infiernos, derivan de corredores en los que (1) hay mucha industria y contaminante comercio; (2) dinámicas agroindustriales, donde se recurre a plaguicidas altamente peligrosos; (3) zonas con procesos de actividad extractiva como al minería y (4) megaciudades donde la contaminación es por basura, aguas negras y generación brutal de contaminantes ambientales.
El listado de los 30 infiernos industriales a los que el Consejo demanda poner atención, inicia con Mexicali, Tijuana y Ciudad Juárez, y en el lugar 16, coloca a la que algunos intentaron colocar como “la capital mundial del acero”, puerto Lázaro Cárdenas, pero inmediatamente, en el 17, a la capital mundial del aguacate, la región de Uruapan.
El sitio 16 es la zona entre Lázaro Cárdenas y La Mira, registrando el Conahcyt que se trata del puerto multimodal más importante de todo el Pacífico americano, con actividad de minería por sustracción de hierro, teniendo no solo siderúrgica sino un complejo industrial con productora de fertilizantes (Fertinal) y electricidad con uso de combustóleo (CFE Petacalco), además de una ferroviaria multimodal (Canadian Pacific – Kansas City).
Lázaro Cárdenas, aunque está muy distante de concentrar un millón de habitantes, (menos de 200 mil, según INEGI), arrastra y cada vez acumula mayor problemática por el deficiente manejo de su basura, por no tratar sus aguas negras y estar contaminando mantos freáticos, humedales, el Río Balsas y el océano Pacífico, con los mencionados residuos.
El punto 17 en contaminación, son por uso de agroquímicos para control de plagas, –refiere– las dos zonas del centro mundial de cultivo de aguacate de exportación. Aquí, de acuerdo a datos oficiales, se tiene varios municipios en la producción de “oro verde”, donde el corredor que forman Uruapan, Tancítaro, Ario de Rosales, Tacámbaro y Peribán, hacen el 80% del cultivo.
Aunque en Lázaro Cárdenas hay empresas, incluso federales, que destacan su agenda verde y certificaciones, como la Asipona, el Conahciyt critica que esas políticas de responsabilidad social inexistentes, o sólo en el papel o son de un bajo porcentaje de compromiso, y vienen del neoliberalismo, que los inventó para no cargar con los costos reales de la sobreexplotación.
Refiere un falso discurso de las trasnacionales y empresas locales que afirman ser “socialmente responsables y amigas del planeta”, y en México se aprovechan de la laxitud de las leyes y de las prácticas de corrupción (sic) para hacer lo que en sus países de origen tienen prohibido; incluida la práctica de ocultar de forma deliberada la información acerca de sus procesos industriales, el manejo de sus desechos altamente tóxicos y los daños que causan a la salud humana y medio ambiente.
En el tema, el activista ambiental Pato Azulita, Patricio León Sandoval, dice lo que algunos sostienen que el Conahcyt estaba al servicio de las empresas, lo que evitaba que se voltee a ver este tema y los infiernos ambientales, que sin haber laboratorio para medir todos los agentes contaminantes, concluyen porque se mide presencia de los metales pesados, como cadmio, cianuro, mercurio y arsénico, que ocasionan una serie de alteraciones genéticos y enfermedades.
El organismo concluye que ha reunido las evidencias científicas que dan cuenta de que la presencia de enfermedad renal crónica y leucemias agudas sobre todo en niños y adolescentes por exposición a agentes altamente tóxicos: metales pesados, compuestos orgánico-sintéticos, arsénico y varios plaguicidas o agrotóxicos.
