
Por Francisco Rivera Cruz
Afectados por el sonido de un bar que no los deja dormir, vecinos de la avenida Melchor Ocampo y calle Aceitunas, de esta ciudad, entre quienes hay enfermos y niños, acudieron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos a presentar una queja, luego que el ayuntamiento local, no atendió, menos puso remedio.
Los afectados, a través de un abogado, se acercaron a la Visitaduría Regional de los Derechos Humanos, que en Lázaro Cárdenas dirige el Lic. Leopoldo Jonathan Ramírez Cornejo, para señalar que la autoridad municipal prácticamente se hace a un lado, pues no ha sido capaz de intervenir, mientras ellos lo han intentado directamente con el representante del negocio denominado Restaurante Leo´s, que tiene su domicilio en la avenida Melchor Ocampo Número 455, Tercer Sector de Fidelac, Col. 600 Casas.
Los afectados indican que el establecimiento de restaurante solo tiene el nombre, ya que con ese giro inició, sin embargo, se trata de un bar que permanece abierto durante la noche, con música en vivo, alegatos y algarabías propias de personas que consumen bebidas alcohólicas.
Se inconforman los vecinos por conducta denominada “contaminación acústica” que ocurre en detrimento y agravio de su salud, consecuencia, asientan en su queja, al operar “sin contar con la infraestructura adecuada para ese tipo de negocios”, para no perjudicar a terceros.
Ilustra la situación, que apenas un andador, unos dos metros, separan al establecimiento y su pesado ruido y ambiente, de Primitivo Paniagua, que habita en calle Aceitunas #45, quien es una persona de la tercera edad, que tiene problemas de salud y diagnóstico de cáncer, hipertensión y enfermedades degenerativas.
Este medio constató que unas rejas de madera, están como división del establecimiento y el afectado mencionado. Su familia agregó que amanece el negocio en servicio y sigue el manejo de botellas y ruidos por personal que trabaja en el lugar, así que su consanguíneo se ve afectado gravemente en su reposo, por lo que temen se agrave pronto su salud.
Dicen que no se ha preocupado el negocio señalado de medidas de aislamiento de sonido, pese a que han hablado con el dueño y representante del Bar. Refieren que la contaminación acústica es un problema ambiental que es imposible seguir ignorando debido a las graves afectaciones, que inciden negativamente tanto en el medio ambiente como en la calidad de vida, el bienestar y su salud.
Los afectados son Gustavo C., María Teresa V., Primitivo Paniagua, Pedro S., de calle Aceitunas #55; Rosa Linda T., de calle Aceitunas 55; Pedro Osvaldo S., de calle Aceitunas #55; Gabriela S., de calle Aceitunas #4; José Isabel G., de calle Aceitunas #4; Filomena H., Susana B. y Héctor V., de calle Aceitunas #67; Javier P. y María Elena G., de calle Aceitunas #75.
Manifiestan que el establecimiento comenzó operando de manera regular, haciendo su principal giro la venta de alimentos. Al paso del tiempo, precisamente desde hace un año, fueron prolongando la hora en que cerraban, y a la par, comenzaron a reproducir música a un volumen muy alto, alternando con presentación de grupos en vivo. El problema es que “sin contar con la infraestructura del lugar adecuada para que pueda operar ese tipo de negocios sin perjuicio a terceros”.
No ha servido hablar con los responsables, la conducta es reiterada, “nos ha venido causando un perjuicio directo a todos los vecinos que cohabitamos cerca de este ahora bar, esto precisamente porque la mayoría trabajamos desde muy temprano y no podemos conciliar el sueño”.
Narran los perjudicados que presentaron dos quejas ante el Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas, para dar a conocer su problema común. La primera de ellas, el 31 de octubre de 2022, dirigida a la presidente municipal Q.F.B. María Itzé Camacho Zapiain, y una segunda el 23 de febrero de 2023, en el mismo sentido, sin obtener respuesta, ni solución alguna.
Ahora, acuden ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos apelando a la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, que protege a familia de las personas adultas mayores y dispone ordenamientos jurídicos para garantizar condiciones óptimas de salud, educación, nutrición, vivienda, desarrollo integral y seguridad social a las personas adultas mayores con el fin de lograr plena calidad de vida para su vejez
Ante la evidente vulneración que supone para el goce y disfrute de los derechos humanos a un medio ambiente sano, a la salud, a la vida, entre otros, “es menester reevaluar el alcance y los derechos humanos a un medio ambiente sano y a la salud, frente al ruido en su carácter de agente contaminante”, consideran.
Anotando que las consecuencias son graves y de alto impacto, al trastocar, fundamentalmente, el goce y disfrute de los derechos humanos al medio ambiente sano, a la salud y a la vida; recurren también a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, que contempla en el título cuarto, disposiciones referentes a la contaminación por ruido.
Presentan una tabla de los decibeles permitidos, donde precisan que rebasarlos es condición contaminante y capaz de causar desequilibrios en el ambiente, alterando las condiciones normales en las que se desarrollan los sistemas vivos y ocasionando, por ende, repercusiones sobre la salud humana con efectos fisiológicos y psicológicos nocivos.
Argumentando que leyes y reglamentos en el tema, fijan que el Estado está obligado a garantizar el respeto a este derecho, y se establece que el daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley, solicitan intervenir a la CEDH.
“Se pide atentamente que las autoridades competentes ejecuten alguna acción tendiente a interrumpir de manera inmediata estos actos de molestia en contra de los vecinos de la colonia Tercer Sector de Fidelac, 600 Casas”.