Síndrome de Diógenes

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

Pacientes que muestran alteraciones en su comportamiento general, el cual se presenta con un total abandono de todo tipo, principalmente en su persona y presentando también un aislamiento social al que el mismo paciente se somete en su hogar, encerrándose y no para ahí esto, sino que inicia con un acumulo de grandes cantidades de basura, así como desperdicios domésticos, suponiendo que algún día los pueda usar.

Se identificó este tipo de conducta allá por 1975 y se le dejó el nombre de Síndrome de Diógenes, cuyo nombre se tomó de Diógenes de Sinope, aquel filósofo griego, que defendió la llamada independencia de necesidades materiales y los llamados ideales de privación, a lo que le llamaron los psiquiatras el cinismo clásico.

Este tipo de pacientes tiende a guardar cosas que él cree que va a utilizar algún día, pero que en realidad son basura.

Existe un anécdota de Diógenes, en que Alejandro Magno lo quería conocer, por lo sabio que era y se acercó a él, encontrando a Diógenes acostado en el campo y le preguntó: Diógenes, pídeme lo que quieras, yo te lo doy. Y Diógenes le contestó: Si quiero algo, quiero que te quites del sol (ya que se había parado haciéndole sombra). Alejandro pensó que le pediría otra cosa, de ahí surgió la idea del cinismo clásico, de no necesitar nada para vivir. Al retirarse Alejandro Magno y ver la simplicidad con la que vivía Diógenes, comentó: “Me gustaría, cuando me retire, ser como Diógenes”.

Este tipo de comportamientos, de abandono en pacientes deprimidos y con una total indiferencia al medio, al aseo y a la higiene, se les ha achacado a personas de la tercera edad, y que se agrava su situación emocional ya que han tenido una pérdida directa de algún familiar y que no logran superarlo, y se ven ahondadas por la débil situación económica a la que se enfrentan, determinando que el factor soledad es el gatillo para la aparición de este síndrome.

Se ha apreciado un incremento en las sociedades actuales, sobre todo en pacientes tendientes a ser de mayor edad y que vivan solos o con un o una compañera, compañera que fácilmente arrastrarán a tener la misma conducta patológica, de total abandono.

De una década para acá, se ha podido apreciar que en personas más jóvenes se está presentando este síndrome de Diógenes, se ha podido confirmar, porque la esperanza de vida de los seres humanos ha mejorado y esto hace que más personas mayores vivan solas y sin el cuidado familiar, con tendencia franca a la soledad, que como menciono anteriormente es uno de los gatillos de la presentación de que un paciente tienda a deprimirse y a caer en una fase de inadaptación social, con total rechazo a integrarse a la sociedad, aislándose, generando ese aislamiento, que lo obliga a atesorar cosas inservibles, aunque sabemos que existe un grupo de personas que guardan cosas en su casa que son consideradas también personas con alguna alteración en el comportamiento y tienden a atesorar muchas cosas totalmente inservibles, atesorándolos y guardándolo en casa, llegando a llenar su casa de basura, dándole prioridad a las cosas inservibles, sobre su comodidad, se le denominará atesoradores compulsivos.

De esta discrepancia se ha detenido mucho la ciencia psiquiátrica en la nomenclatura de este padecimiento, pero recordando a Diógenes, es más fácil integrar este diagnóstico.

Dentro del tratamiento, y si las condiciones del paciente lo permiten, que no sea una demencia senil o un paciente con Alzheimer, será insistir en el aseo y en cuidado diario de ese paciente, tratar de ayudarlo a arreglar su casa y a tirar todo lo que haya atesorado y que considere basura, esta parte es muy difícil, ya que ese paciente se aferrará a todo tipo de basura suponiendo que lo podrá utilizar en alguna ocasión, aunque sepa que esta ocasión es sumamente remota.

El apoyo psicológico con una adecuada valoración que permita al paciente ser apoyado.

La terapia farmacológica será siempre supeditada por el psiquiatra, ya que puede que este tipo de pacientes lleguen a requerir tratamientos tricíclicos o antidepresivos de tipo narcótico, su evolución no es adecuada y su pronóstico es ciertamente sombrío.

Gracias.