Ecos para la posteridad

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Por Yazmín Arroyo

Mis estimadísimos lectores, Feliz Año 2024, les deseo de todo corazón que estén bien y con todo el ánimo para este año que está por comenzar, dicen por ahí que los comienzos de año son nuevas oportunidades para empezar de nuevo.

Así que hagámoslo lo mejor que podamos, y pues el día de ayer nuestros amigos periodistas estuvieron de plácemes disfrutando su día a los cuales les mando un cordial saludos, ya que el 4 de enero es pues el día del Periodista, una labor nada sencilla, ni menos en nuestro país.

“Ser periodista es ser invisible, es disparar con una cámara, la única aliada en esta labor que se hace en la frontera sur; es también salir a las calles sin saber si hay regreso a casa”, cuenta Cheché Torres durante el episodio. La prensa, afirma Warkentin, es atacada cada 14 horas. Año tras año, como señalan desde Reporteros Sin Fronteras (RSF), el país se ha mantenido como uno de los más peligrosos y mortíferos del mundo. Desde el año 2000, la organización recoge más de 153 asesinatos de periodistas en el interior de sus fronteras.

No es solo la violencia, las presiones y las amenazas han ido de la mano de los años de Reza como reportera en Jalisco. En el podcast, cuenta algunos de los casos en los que llegó a tener miedo.

En 2007 formó parte de la investigación de una red de pederastia en la que se vio involucrado el exprocurador (relativo al exfiscal actual) de Jalisco, Tomás Coronado. “Cuando se le da continuidad [al tema], los policías investigadores me seguían a todas horas al lugar al que fuera. Me estaban amedrentando”, expone en el episodio. Reza llegó a tener presiones hasta por parte de los familiares de Pablo Lemus, exalcalde de Guadalajara. “A su mamá le molestaron las críticas. Me dijo que me iba a mandar a sus policías a matarme”, cuenta. La corresponsal afirma que la situación que vive en su día a día se complica más debido a que su familia depende económicamente de ella. “Si me sucede algo, ¿Qué harían?”, concluye, todo esto publicado en el Portal del elpais.com.

Situaciones como las que acabamos de leer, resultan de verdad escalofriantes, cuando el comunicar es un derecho, que todos debiéramos de tener, y que los que se dedican a esta loable labor no debieran ni siquiera de tener miedo.

Lamentablemente muchas de las veces no es así, a veces no se puede tapar el sol con un dedo, y siempre van a existir personas con intereses mezquinos que al verse afectados son capaces de matar, de manchar la imagen de algunas personas, de calumniar, cuando bien sabemos que existen también personas sin escrúpulos y que no les importa llegar hasta las ultimas consecuencias.

Mi deseo es pues para todos los que se dedican a esta labor, que hablen siempre con la verdad, porque también es cierto que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.