* El relevo se realizará el próximo 15 de enero, cuando asuma el cargo el Vicealmirante Anselmo Osorio.
Por Francisco Rivera Cruz
El Almirante Jorge Luis Cruz Ballado, quien inauguró en la administración del presidente Enrique Peña Nieto la militarización de los puertos del país, dejará definitivamente la dirección de la Administración Portuaria en Lázaro Cárdenas, que ocupó durante dos etapas.
De acuerdo a fuentes portuarias y de la Secretaría de Marina, el militar retirado con ingeniería en ciencias navales, entregará el cargo el próximo 15 de enero, al vicealmirante Anselmo Osorio, aunque el primero todavía presidirá algunas funciones públicas en la presente semana.
Habrá que recordar que en el plan del actual gobierno federal de combate a la corrupción y contrabando de productos ilícitos, agregó a la Marina labores para asumir el control y la vigilancia de los puertos y aduanas marítimas y terrestres.
En dicho plan, el civil Raúl Antonio Correa Arenas, quien llevaba año y medio en el cargo, en septiembre de 2020 entregó la dirección de la entonces Administración Portuaria Integral (API) Lázaro Cárdenas, a Cruz Ballado.
Sin embargo el maestro en seguridad nacional y administración militar, antes había estado en este mismo puerto, ya que a instrucción del presidente Peña Nieto, en noviembre de 2013, tomó riendas de la API, donde se desempeñó hasta el 8 de noviembre de 2017. Entonces llegó un interino, antes de que el 11 de diciembre siguiente asumiera Jesús Alfaro Orozco, quien a su vez, le entregó al ingeniero Raúl Antonio Correa.
Bajo la gestión de Cruz Ballado, la API Lázaro Cárdenas, en noviembre de 2021, cambió nombre, para pasar a ser Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA), como las otras trece entidades portuarias del país.
Aunque el conflicto le fue heredado por su antecesor, Jorge Luis Cruz Ballado se va dejando insatisfechos a los sectores de Lázaro Cárdenas porque creen no realizó oficios para destrabar el pleito por el contrato para construir el distribuidor vial en esta ciudad.
La obra vial, que en noviembre de 2019 arrancó para hacerse en un año y se suspendió en febrero siguiente, tuvo presupuesto del orden de los 500 millones de pesos, hasta el ejercicio 2023, ya que ha sido bajado de proyectos de cartera de la ASIPONA.
La razón es que en los tribunales, particularmente en el Tribunal Superior de Justicia Administrativa, sigue el litigio por el contrato entre la empresa constructora Construcciones Loros que viene alegando desplazamiento arbitrario en la entrega del contrato a ICA-Idimsa.
Es de citar que la ASIPONA local destina 2 mil 500 millones de pesos para vialidades que permitan sacar los productos que lleguen al muelle de cabotaje que se construye en lo que fue “Paso de burras”, muy cerca de ArcelorMittal. El proyecto es para vialidad a orilla del mar, que conecte al Puente Caído de Yeyo, que se reconstruye, ampliación de carriles del libramiento de la ciudad, y ensanchamiento de la avenida Las Palmas.
El problema es que al no tener el necesario distribuidor vial donde se entronca con la autopista Siglo XXI, se generará un caos para que salgan y entren los vehículos que mueven autos, productos siderúrgicos, mayoritariamente rollos de alambre, y la carga que agregue el muelle de cabotaje, han advertido organismos como la ATLAC y Conatram.
Cruz Ballado, en uno de sus últimos actos públicos, el viernes próximo inaugurará el área de servicios logísticos al autotransporte al interior del recinto portuario.
